Hoy 21 de abril estoy de cumpleaños. Asi es, aunque no lo crean voy por mis 24 primaveras (21 para los desconocidos). ¿Como describir lo que siento en un día como hoy? ... "ni fu, ni fa". Osea, me lo tomo como el día que por alguna razón me veo en la "obligación" de recibir algunos regalos por aquí y por allá, pero aparte de eso, me hago la lesa.
Tengo rollos con esto de cumplir años, lo admito, es que de los 17 años hasta ahora todo se me ha pasado demasiado rápido, que no he tenido las ganas ni el tiempo de meditar realmente que tengo 24 años. ¡Uf!, no voy a decir que estoy vieja, porque sería darle donde más le duele a varias señoras que conozco por ahí, pero definitivamente ya estoy grande, y asumo que hace rato deje de ser una adolescente, aunque reconozco que a veces me sale a relucir a teenager que llevo dentro. A pesar de los rollos que pueda tener con esta fecha, debo decir que puede ser peor y que hasta estoy sorprendida por la forma en como me lo he tomado, es decir, cuando cumplí los 22 estaba de ataque, no podía creer que había pasado la barrera de los 21, porque hasta ahí había vivido las experiencias más marcadoras de mi vida. De seguro de hoy en adelante vendrán otras experiencias, pero como las primeras son la que realemente cuentan, en cierta forma me de un poquitin de susto vivir cosas que ya no me sorprendan como antes.
Lo que me gusta de tener 24 años es que de a poco (muy de a poco hay que decirlo) comienzo a sentir ese gustito por la independencia, aunque me da susto, es rico sentir que aunque voy lento, por lo menos algo estoy haciendo al respecto, y se siente bien, me gusta. Quisiera ponerme ciertas metas de aquí a los 25, porque estoy segura que ahí si que voy a entrar en shock ... pero por ahora dejo las metas para aquel momento en que apoyo mi cabeza en la almohada y pienso en vida, lo que he hecho y dejado de hacer, y lo que espero para mi futuro.
"Es mi cumpleaños y lloro si quiero", pero en el fondo agradezco a Dios por todas las bendiciones que ha mandado para mí, porque sinceramente tengo todo para ser féliz y si hay algo que voy a proponerme, es ser más agradecida por las cosas que tengo en la vida y pedir que los dos angelitos que tengo en el cielo, mi abuelito Ramón y mi perrita Kiara sigan velando por mí.
Tengo rollos con esto de cumplir años, lo admito, es que de los 17 años hasta ahora todo se me ha pasado demasiado rápido, que no he tenido las ganas ni el tiempo de meditar realmente que tengo 24 años. ¡Uf!, no voy a decir que estoy vieja, porque sería darle donde más le duele a varias señoras que conozco por ahí, pero definitivamente ya estoy grande, y asumo que hace rato deje de ser una adolescente, aunque reconozco que a veces me sale a relucir a teenager que llevo dentro. A pesar de los rollos que pueda tener con esta fecha, debo decir que puede ser peor y que hasta estoy sorprendida por la forma en como me lo he tomado, es decir, cuando cumplí los 22 estaba de ataque, no podía creer que había pasado la barrera de los 21, porque hasta ahí había vivido las experiencias más marcadoras de mi vida. De seguro de hoy en adelante vendrán otras experiencias, pero como las primeras son la que realemente cuentan, en cierta forma me de un poquitin de susto vivir cosas que ya no me sorprendan como antes.
Lo que me gusta de tener 24 años es que de a poco (muy de a poco hay que decirlo) comienzo a sentir ese gustito por la independencia, aunque me da susto, es rico sentir que aunque voy lento, por lo menos algo estoy haciendo al respecto, y se siente bien, me gusta. Quisiera ponerme ciertas metas de aquí a los 25, porque estoy segura que ahí si que voy a entrar en shock ... pero por ahora dejo las metas para aquel momento en que apoyo mi cabeza en la almohada y pienso en vida, lo que he hecho y dejado de hacer, y lo que espero para mi futuro.
"Es mi cumpleaños y lloro si quiero", pero en el fondo agradezco a Dios por todas las bendiciones que ha mandado para mí, porque sinceramente tengo todo para ser féliz y si hay algo que voy a proponerme, es ser más agradecida por las cosas que tengo en la vida y pedir que los dos angelitos que tengo en el cielo, mi abuelito Ramón y mi perrita Kiara sigan velando por mí.
