viernes, 29 de enero de 2010

Lady Gaga ... que de "lady" no tiene nada


Lady GaGa se rehusa a usar pantalones. "Me siento más libre en ropa interior, y aparte odio esos putos pantalones", dice esta disco-diva de Nueva York, nacida bajo el nombre de Joanne Stefani Germanotta y cuyo extravagante sentido de la moda incluye un amor desenfrenado por las calzas. "Además, con ellas es más fácil bailar".

Lady GaGa se crió escuchando los discos de Bruce Springsteen que su padre apilaba en la casa donde los Germanotta vivían, en Nueva Jersey. Su carrera amateur comenzó a fines de primaria: "Tenía una banda de covers, y tocábamos temas de Led Zeppelin, Pink Floyd y Jefferson Airplane. Ahí fue cuando se cristalizó el lavado de cerebro de papá". Ya en el secundario, Lady GaGa solía pararse enfrente del estudio en el que se grababa el programa Total Request Live de MTV. "En esa época estaba toda la locura Britney y 'NSync. Así que, después del colegio, mis amigas y yo nos parábamos afuera de TRL y gritábamos con la esperanza de ver la uña de alguien en la ventana. Eso es algo que ya no pasa, lo cual es triste. Con este disco quiero revivir esa locura. No puedes negar el poder de un grupo pop que es capaz de parar el tránsito."

Esta chica tomó su nombre artístico de la canción "Radio Ga Ga" de Queen y se hizo famosa por desvestirse en escena. La primera vez que se sacó la ropa fue en su debut, en un bar de Nueva York. "Estaba repleto, y la multitud estaba compuesta por miembros de fraternidades de la NYU, todos borrachos. Quedé en ropa interior y por fin se callaron." En esa época, Lady iba muy seguido a "bares gays y de mala muerte". Escuchaba The Cure, Pet Shop Boys, Scissor Sisters y "salía cinco noches a la semana", dice ella. Así fue como empezó a hacer música dance.

jueves, 28 de enero de 2010

The Vampire Diaries ... no es Crepúsculo


Cuatro meses después del trágico accidente que mató a sus padres, Elena Gilbert (Nina Dobrev) de 17 años de edad y su hermano de 15 años, Jeremy (Steve R. McQueen), aún se están adaptando a su nueva vida. Elena siempre ha sido la estudiante estrella; guapa, popular e involucrada con sus amigos y el colegio, pero ahora se encuentra luchando consigo misma para ocultar su pena al mundo. Elena y Jeremy viven ahora con su enrollada pero protectora tía, Jenna (Sara Canning), que hace lo mejor que puede con ellos.

Elena intenta encontrar algo de confort en su círculo familiar y social, su mejor amiga Bonnie (Katerina Graham), su amiga/enemiga Caroline (Candice Accola) y su novio Matt (Zach Roerig), pero Jeremy decide ir por otra senda más peligrosa, saliendo con borrachos y tomando drogas para ocultar su pena. Jeremy trata de averiguar porque la hermana de Matt, Vicki (Kayla Ewell), le rechaza y se va con su rival, Tyler (Michel Trevino).

El nuevo curso en el Instituto de Mystic Falls comienza y Elena y sus amigas se quedan fascinadas por un apuesto y misterioso estudiante nuevo, Stefan Salvatore (Paul Wesley). Stefan y Elena se atraen inmediatamente, a pesar de que Elena está desconcertada por la, cada vez más extraña, actitud de Stefan cuando éste aparece repentinamente en el cementerio donde fueron enterrados sus padres. Lo que ella no sabe es que Stefan esconde un oscuro y mortal secreto en su interior; que es un vampiro. En una fiesta la noche siguiente, Elena y Stefan se empiezan a conocer más el uno al otro pero el caos hace presencia cuando Vicki es atacada y dejada ensangrentada con un mordisco en su cuello.

Temiendo saber quién es el autor del ataque, Stefan vuelve a casa y se encuentra con su hermano mayor, Damon (Ian Somerhalder), a quien no ha visto durante 15 años y que también es vampiro. Damon ridiculiza a Stefan por denegar su legado de violencia y brutalidad, pero entiende la obsesión de su hermano con Elena desde que apreció su parecido con una mujer que Stefan amo hace más de cien años; la misma mujer que Damon intentó hacer suya. Ahora los dos hermanos vampiros´(uno bueno, uno malo) lucharan por el alma de Elena y por la de sus amigos, familiares y todos los residentes de Mystic Falls, Virginia.

Basada en la serie de libros por L.J. Smith, The Vampire Diaries es una historia que es fácil de comparar con Crepúsculo, pero si le dan la oportunidad, verán que con cada nuevo episodio tomará identidad propia


miércoles, 27 de enero de 2010

¿Porqué The Big Bang Theory la lleva?


Empezó como una sitcom del montón, pero llegó a convertirse en un gran éxito, incrementando 16 millones de televidentes expectantes al estreno de la tercera temporada en Estados Unidos (es como todo Chile viendo la misma serie). Es The Big Bang Theory y podemos definirla, si queremos ser directos y simplistas, como una mezcla de The IT Crowd y unos creciditos Freeks and Geeks.

La historia de estos científicos inadaptados, inmersos en su gran mundo de datos y curiosidades geek, sólo sobrepasados por la belleza y simplicidad de su vecina Penny, está logrando traspasar la pantalla y sus actores empiezan a convertirse en grandes estrellas necesitadas de escolta policial en sus desplazamientos. La CBS lo sabe muy bien y hasta ha prohibido a su protagonista femenina Kaley Cuoco participar como invitada en un episodio de Grey's Anatomy.

Según cuentan en este artículo del LA Times, la química que desprenden las relaciones entre estos personajes va más allá de unas buenas actuaciones, y los actores están logrando una conexión personal que sólo puede compararse a la conexión que tenían los protagonistas de Friends y que les llevaba a renegociar sus contratos como un todo. Aunque los actores de The Big Bang Theory no están al nivel económico de Jennifer Aniston y compañía, su amistad les lleva a cenar juntos un par de veces por semana, a quedarse después de las grabaciones para tomar unos tragos o jugar scrabble, e incluso a irse de vacaciones juntos, todo ello después de pasar juntos largas jornadas de trabajo de lunes a viernes.

Algunos de los elementos que destacan en esta serie y que la hacen diferente a las demás los encontramos, según LA Times, en la capacidad de que un personaje profundamente irritante como Sheldon resulte entrañable y simpático, algo que se consigue sólo si otro personaje de la historia es capaz de aguantarle, demostrando al espectador que merece la pena. Si a esto sumamos una increible capacidad del equipo de guionistas para convertir cada frase de Sheldon en un discurso pseudocientífico lleno de jerga técnica y docenas de frases casi imposibles de memorizar, tenemos al protagonista carismático perfecto. Y de ahí a tener un éxito, ya tenemos buena parte del camino andado.

Antes de emitirse, las mayores críticas recibidas por la serie eran aquellas que les acusaban de reirse de las personas inteligentes, sin embargo, según cuenta Johnny Galecki (Leonard), la serie ha pasado a ser un icono entre este tipo de personas, que se han identificado con sus protagonistas y que se sienten unidas y reivindicadas.


lunes, 25 de enero de 2010

Desde mi cielo de Alice Sebold


Cuando conocemos a Susie Salmon, sabemos que ya está en el cielo, en su nuevo hogar. Desde allí nos va a relatar, con la inconfundible voz de una adolescente de catorce años, una historia tan inquietante como alentadora: la de su propio asesinato a manos de un vecino y el proceso de recuperación por el que van a tener que pasar sus seres queridos.

Tras su muerte, Susie contempla cómo la vida continúa sin ella; sus compañeeros de colegio rumorean sobre su desaparición, su familia mantiene la ilusión de encontrarla con vida y el asesino se esfueraza en borrar las huellas del crimen.

Los acontecimientos se suceden al tiempo que Susie se va adaptando a ese lugar llamado cielo, un refugio mágico donde encuentra consejeros que le ayudan a entender la muerte y amigos con los que convivir, un nuevo hogar donde halla todo lo que desea excepto lo más importante: reencontrarse con las personas a las que ama y viven en la Tierra.

Desde mi cielo es una historia asombrosa y de extraordinaria ternura que parte de una de las pruebas más dolorosas a las que, desgraciadamente, a veces tenemos que enfrentarnos: la pérdida de un ser querido. Pero es, también, un relato lleno de esperanza que nos habla del poder curativo del amor.


La película






domingo, 24 de enero de 2010

Luna Nueva ... Un fenómeno incomprendido


El éxito obtenido con “Crepúsculo” (Twilight) el año pasado, con setenta millones de dólares recaudados en su primer fin de semana de estreno, dio por sentado que la continuación de la historia de amor entre la común joven de secundaria, Bella (Kristen Stewart) y el vampiro “vegetariano”, Edward (Robert Pattinson) tenía que seguir su incursión en la gran pantalla. Es por eso que de inmediato se comenzaron a mover los hilos para dar vida a “Luna Nueva” (New Moon), el segundo libro de la popular saga escrita por Stephanie Meyer.

Dicho y hecho, un año después, la saga de “Crepúsculo”, “Luna Nueva”, se estrenó con un éxito arrollador, logrando recaudar en un día lo que “Crepúsculo” hizo en todo un fin de semana. Ya para el término de éste, “Luna Nueva” se echaba al bolsillo ciento cuarenta millones de dólares en recaudación, duplicando a su antecesora y de paso posicionándose en el tercer lugar de los mejores estrenos de la historia. ¿Qué tiene esta saga que vuelve a todas locas? Es la pregunta que todos los no fanáticos y los declarados detractores se preguntan. Por otro lado las que sí son fanáticas no se rompen la cabeza tratando de encontrar una explicación exacta, simplemente viven este fenómeno al máximo. Quizás sea la cabellera cobriza y la voz aterciopelada de Edward la razón de tal histeria, o también el efecto que hicieron los esteroides en el cuerpo de Jacob (Taylor Lautner), el personaje que en esta oportunidad llega para restarle protagonismo al vampiro que todas aman. Atrás quedaron el Team Aniston y el Team Jolie; hoy la moda nos hace parte de la mitológica batalla entre el vampirismo y la licantropía, llevados a un nivel mucho más superficial, claro está. Porque si eres de los que cree en el amor a primera vista, entonces eres Team Edward; sin embargo, si crees en la amistad y a partir de ella cultivar el amor, definitivamente eres del Team Jacob.
“Luna Nueva” da un vuelco a lo que “Crepúsculo” mostró, básicamente porque Edward decide abandonar a Bella ante su inminente afán de protegerla y darle una vida normal. Es ahí cuando la protagonista cae en una profunda depresión, dándole paso a un nuevo personaje en esta historia: el agujero en su pecho. Ante esta situación aparece Jacob, el amigo que desinteresadamente ayuda a Bella a sanar en parte los bordes de aquel vacío.
Con esta base se da vida a una película que deja en claro el cambio de director y el alza en el presupuesto. Chris Weitz (The Golden Compass) barrió con el irritante filtro azul del que Catherine Hardwick abusó en “Crepúsculo”, lo que hace de “Luna Nueva” una película con buenos colores y de agradable estética y fotografía. Chris tiene experiencia en adaptaciones literarias, y cuando se trata de fantasía sabe cómo jugar con ella, creando escenas que difícilmente pasaron por la mente de los que leyeron el libro. Sin embargo, a pesar de la fidelidad de la película para con el libro, hubo un abuso en los diálogos extraídos de éste, tanto así que para quien haya leído la obra original, varias veces resulta fácil reconocer qué palabra sigue a continuación. Y el poco espacio que quedó para introducir el guión se traduce en frases redundantes, empalagosas y carentes de originalidad. Pero sin duda la gran revelación fueron los hombres lobos, porque cada escena que los involucra capta la atención de todos, y es que en definitiva sus intervenciones mantienen la acción, están bien hechas y soprenden. Aunque hay que reconocer que los efectos especiales aún no logran estar a la altura de los grandes blockbusters que vimos durante el año (hasta el mamut de La Era de Hielo tiene mejor pelaje).
Las actuaciones bastante acartonadas por parte de los protagonistas masculinos no hacen más que frustrar la fascinación por estos seres mitológicos. Esto hace que con poco esfuerzo Kristen Stewart sea quien sobresalga, logrando dar con la depresión propia que vive su personaje. Aunque no es de extrañar que Bella sufra tanto por la ausencia de Edward, porque después de todo la química entre Kristen y Taylor es demasiado pobre y forzada. Quizás hubiese sido mejor aminorar “El Show de Bella” y profundizar en otros personajes, como Los Vulturis, la supuesta realeza vampírica. De esta forma se podría haber hecho justicia a la publicitada incorporación de Dakota Fanning al elenco, ya que su breve intervención deja un sabor amargo.
Si “Crepúsculo” es mejor que “Luna Nueva” o que si “Luna Nueva” es mejor que “Crepúsculo”, eso es algo que queda a gusto del consumidor. Ambas películas se sostienen en argumentos y recursos diferentes, pero que al final cumplen con su cometido: entretener a su séquito de fans y de paso generar los millones que dejan felices a los cabecillas detrás del fenómeno Twilight.
(Copia de mi artículo publicado en fotech.cl)

Es tiempo de retomar

Sin duda este pequeño espacio de mi vida cybernética ha estado abandonado. Por la fecha, ya hace un año que no publico algo y nose porque hoy me pico el bichito que me dice: "Es tiempo de retomar".
Dicho y hecho esta mi primera entrada de (esperemos) muchas más, y quiero darle un vulco al look de mi blog, porque simplemente se lo merece.