Wall - E

Hoy fuí al cine con la esperanza de ver Kung Fu Panda .... si ¿y que?, llamenme infantil si quieren, pero por suerte cuento con varias excusas para ir a ver películas animadas, es que tengo una manada de primas chicas que les encanta ir al cine, y claro, con el pretexto de ser la prima buena onda que las lleva al cine, termino siendo yo la que más disfruta con las películas de este tipo. Aunque la insistencia de mi prima no me permitió cumplir con mi cometido, tuve que ver Wall-E, y debo reconocer que salí encantada del cine.

Es la primera vez que con una película animada logro reírme y suspirar al mismo tiempo, porque las situaciones divertidas estan a cada momento y lo mejor es que son cosas tan simples. Por otro lado Wall-E inspira demasiada ternura, es una delicia y te dan ganas de tener uno en casa, me parece increíble que un montón de lata pueda ser tan tierno y conmovedor, sencillamente genial. Pero lo que más rescato de la película es el mensaje que esta deja, y es aquí cuando puedo hacer a un lado todos los prejuicios que puedan tener de mí por ir a ver una película infantil, porque el mensaje va claramente dirigido a un público adulto, obviamente los niños también se pueden sentir tocados con el mensaje, pero claro esta que no todos los entienden, pues comprobe eso con mi prima de 8 años a la que le tuve que explicar el sentido de la película. La película esta hecha en el futuro, por allá en lo que sería el año 2700, cuando nuestro planeta se vea destruido y lleno de basura, lo que provocaría que todos los humanos tengan que abandonarlo y vivir en un mundo donde la tecnología se apodera de sus vidas y por lo mismo nos convertiríamos en seres obesos acostumbrados a que las máquinas hagan todo por nosotros. Eso es lo que nos espera si hoy no cuidamos nuestro planeta y sinceramente me parece el mejor mensaje que una película animada puede dar. Por otra parte la película esta hecha en otro tipo de revolución, de hecho me recordó a Happy Feet, es decir, si bien es animada, esta hecha de tal manera que a ratos pareciera que todo fuera real, un efecto que es genial, pero admito que a veces extraño los colores.

Wall-E queda absolutamente recomendada, es linda, tierna, graciosa y con un mensaje importante que entregar, algo larga la duración pero bien.